sábado, 21 de febrero de 2015

A veces pasa...

Hacía ya unos meses que no escribía nada. Tampoco es que este blog sea leído por miles de personas (creo que no llegaría ni a la decena) pero me hace ilusión escribir, lo que ocurre es que siempre estoy debatiendo sobre temas políticos, sociales o culturales y se me olvidan las cosas verdaderamente importantes como este blog tan solicitado o aquellos libros que tengo sin completar.


Soy defensor de la teoría de que existe el destino. ¿Cuántas veces no hemos conocido a alguien que "ha nacido para ese trabajo"? ¿Cuántas veces no hemos visto cómo nuestro camino tiene incontables piedras pero para otras personas resulta ser un camino de rosas? Creo que a todos alguna vez nos ha ocurrido. Creo que la suerte, buena y mala, en ocasiones actúa. No es que nuestra vida esté siendo dirigida por otras personas, sencillamente a veces todo te sale de maravilla y otras veces todo lo que podía fallar, falla, arruinándote así durante días, semanas, meses e incluso años gran parte de tu vida, y lo curioso es que no importa cuan previsor seas, sencillamente te pones en los zapatos de ese amigo tuyo que ha logrado casi por accidente su cometido, y tú le superas en todo para llegar al mismo lugar donde él está, pero resulta que "ahora las mismas reglas no funcionan, cuando tu amigo tuvo éxito era más fácil conseguir este objetivo que ahora" así que si quieres tener éxito como tu amigo, y vuestro futuro depende de un examen de una sola hoja, tu amigo consiguió una puntuación de 5 y ha logrado su objetivo, tu consigues una puntuación de 8 y "no puedes, porque las reglas han cambiado y tenías que haber sacado una nota de 9".


A veces pasan estas cosas, pasará en todos los ámbitos y seguirá pasando mientras el tiempo siga avanzando, puede pasar en cualquier oficio, en cualquier carrera o en cualquier ámbito. Puede que hace 10 años ser médico fuese más fácil que ahora, y sencillamente sólo nos toca aceptar este hecho y seguir adelante por medio de otros métodos o incluso otros caminos.


Muchas personas se sentirán en una situación parecida a la mía. Mi oficio, mi pasión, mi trabajo y mi vida han sido destruídos gracias a este maquiavélico juego del azar. ¿Merecía conseguir estos objetivos? ¿Por qué a pesar de haberme esforzado más que mi amigo, él ha logrado este objetivo y yo no he podido? ¿Que cómo sé que me he esforzado más? Pues por el hecho de la "puntuación del examen" por así decirlo. Sencillamente nos debemos condicionar a lo que tenemos, hay oficios más frágiles que otros, pero de nuevo está presente el azar. Hay oficios tan rematádamente frágiles que importa toda una vida el "entrar en este trabajo el 31 de diciembre o entrar el 1 de enero".



A veces pasa...pero como con todo. A veces pasa que compras un coche nuevo y nada más salir te meten una hostia que sales vivo de milagro, y tu coche a la basura.

Es una putada, pero también pasan cosas tan incomprensibles y tan increíbles como que un hombre gane la lotería dos veces o sobreviva varias veces al impacto de un rayo.


Creo en la suerte, y la mía no suele ser buena. Alguno pensará que soy un pesimista, pero hay opiniones para todo, porque en persona mucha gente considera que soy optimista. Exáctamente todo lo contrario. ¿Cómo dos opiniones pueden ser tan opuestas?.

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